martes, 17 de octubre de 2017

L Tronco que arrastra la ola






Guardé en una celda un beso,
el último que quedaba,
no quiso sentirse preso,
pude ver como escapaba
volando detrás de un verso.

Soy tronco que arrastra la ola,
así voy a la deriva,
buscando a puerta gayola
jardín donde mi alma viva
junto a ti, dulce amapola.

Amor equivale a fuego
que prende con la intención,
hombre y mujer en el juego,
gana la tanda el amor
y eso que dicen, es ciego.

Desde el día que te vi
se quedó mi alma prendida,
tú no te fijaste en mí
y yo no vivo mi vida
sin poder vivir en ti.

Soñé que amor te perdía
y amor lo pasé muy mal
ahora desde aquel día,
no duermo por no soñar
que te pierdo vida mía.

Lléname mi amor de besos
y vuelca en mí tu pasión,
arrópame con tus versos,
haz flotar mi corazón
en el mundo de los sueños.

¿Recuerdas con cuánto ardor,
hicimos el mundo nuestro?
¿Recuerdas con qué pasión,
paramos el tiempo a besos
sin apuntes ni guión?

Dibuja la noche un templo
en la piel de los amantes,
por ellos se para el tiempo,
¡nadie podrá derrotarles!
¡son dueños del universo!

Jamás podrán ser vencidos,
están armados de besos
a fuego lento cocidos
en la forja que los sueños
endurece con gemidos.

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