jueves, 22 de septiembre de 2016

A lo lejos se ve el mar



A lo lejos se ve el mar

¿Por qué se nos llama "La Humanidad"
si no conocemos esa palabra?

El mundo ya, a nadie escucha, la maldad sigue su danza,
se perdieron los caminos donde andaba la esperanza.

¡Quedó tan lejos la casa! el frío del alma abrasa,
cruge la noche lamentos, nada valen juramentos,
el miedo vence y arrasa, ¿Dónde están los sentimientos?
¡la humanidad sin cimientos! Muerte la guadaña engrasa. 
A lo lejos se ve el mar.

¿No somos seres humanos? ¿tampoco somos hermanos?
¿nos mienten las religiones? ellas arman los cañones,
nos ponen fuego en las manos, luchamos como leones
por defender sus blasones y sus argumentos vanos.
A lo lejos se ve el mar.

Y los campamentos llenos, ya no quedan hombres buenos
nadie oye niños llorar, nadie les quiere ayudar,
a lo lejos se oyen truenos, trepidante retumbar,
no vayamos a olvidar que pronto aquí los tendremos.
A lo lejos se ve el mar

Suenan trompetas de guerra, olor a sangre en la tierra,
lágrimas de refugiados, ya sueños abandonados.
Y ante el ojo que se cierra, corazones oxidados
que permanecen callados a esa injusticia que aterra.

Y a lo lejos, muy, muy lejos, se asoma un cielo sin mar.




¿Por qué se nos llama "La Humanidad"
si no conocemos esa palabra?

El mundo ya, a nadie escucha, 
la maldad sigue su danza,
se perdieron los caminos
donde andaba la esperanza.

¡Quedó tan lejos la casa!
el frío del alma abrasa,
cruge la noche lamentos,
nada valen juramentos
el miedo vence y arrasa,
¿donde están los sentimientos?
¡la humanidad sin cimientos!
Muerte la guadaña engrasa.
A lo lejos se ve el mar.

¿No somos seres humanos?
¿tampoco somos hermanos?
¿nos mienten las religiones?
ellas arman los cañones
nos ponen fuego en las manos,
luchamos como leones
por defender sus blasones
y sus argumentos vanos.
A lo lejos se ve el mar.

Y los campamentos llenos
ya no quedan hombres buenos
nadie oye niños llorar
nadie les quiere ayudar,
a lo lejos se oyen truenos
trepidante retumbar
no vayamos a olvidar
que pronto aquí los tendremos.
A lo lejos se ve el mar

Suenan trompetas de guerra,
olor a sangre en la tierra,
lágrimas de refugiados
ya sueños abandonados
ante el ojo que se cierra,
corazones oxidados
que permanecen callados
a esa injusticia que aterra.

A lo lejos, muy, muy lejos
se asoma un cielo sin mar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario