- Décimas XXXIII
- O la vida es como es.
- Nada gratis, nos da la vida
que a la vejez todo se paga,
quien abusa mucho de joven
de viejo se mea y se caga. - En esta nevada plena
- se le congeló hasta el higo,
- quedó tieso cual mendigo
- que duerme a la luna llena.
- Mal se portó Filomena
- pues con el frío se arruga
- y parece ya una oruga
- la flauta de su Manolo,
- que ya parece tan solo
- más que pito una verruga.
- Deseando su tacada
- Carolina está esperando
- que ya no recuerda cuando
- pilló la última tajada.
- No cura el picor pomada
- precisa un supositorio,
- de un tamaño bien notorio
- y duro como una roca
- ni se derrita en la boca
- ni sueñe con el casorio.
- Si le echo la vista encima
- los ojos se los arranco,
- ¡vaya menudo potranco,
- me salió la Carolina!
- Ni aquella tal Mesalina
- fue nunca tan desbocada,
- pues esta de una tacada
- la montaban diez o doce;
- ¡Cómo le gustaba el roce,
- a la puta condenada!
- Dispuesto a lo que surgiera
- me eché la escopeta al hombro
- y hoy todavía me asombro
- al recordar la tontera.
- Pero estaba hecho una fiera
- y solo pensé en matarla,
- pues después de mucho amarla
- bien me ponía los cuernos,
- por eso que a los infiernos
- iba dispuesto a mandarla.
- -Ya cálmate mamarracho
- con cara de chango viejo
- todo arrugas y pellejo
- y esa pinta de gabacho.
- El pito como un pistacho
- orejas como un pollino,
- un mirar siempre mohino
- y una nariz de alambique,
- ¡anda ve y que te la pique
- un pollo bajo de un pino!
- Que te dejó la parienta
- por no saber darle caña
- y desde entonces se apaña
- con otro que la contenta.
- A veces nos damos cuenta
- cuando ya es un poco tarde
- de que la mecha no arde
- y el fuego se va apagando,
- por eso nos van dejando;
- por nuestra actitud cobarde.
- -Llevas razón buen amigo
- muy mal me porté en la vida
- por mi actitud atrevida
- me merezco este castigo.
- Ya se me arrugó el ombligo,
- ya perdí todo mi porte
- y aunque esto a nadie le importe
- quiero sirva de consejo
- si quieres llegar a viejo
- haz del vicio un gran recorte.
- Orinarme en los calzones
- hace tiempo que me pasa
- por que he sido un bala rasa
- castigando los riñones.
- Bebí Wisky por bidones
- y diez cosechas de vino,
- de vejiga no voy fino
- y la orina no contengo,
- me merezco lo que tengo
- por borracho mangurrino.
- Ahora estoy que me meo
- y no hay ningún inodoro,
- haré como hizo Isidoro;
- aguantarme hasta el recreo.
- Mas por dios, lo tengo feo
- me duele ya la vejiga,
- ya me chorrea la higa
- y no me puedo aguantar
- aquí lo voy a soltar,
- diga usted lo que me diga.
- Me dio la vida un mazazo,
- nadie calma mi dolor
- y nadie me da calor,
- solo algún que otro porrazo.
- Y fue tan fuerte el hachazo
- que me hizo perder las suelas
- y también un par de muelas
- que ya estaban por caer
- y también creí yo ver
- de la muerte las sayuelas.
- ¡Y ya lo encuentro excesivo!
- Entendí bien la indirecta,
- mas soy un alma imperfecta
- y viví tal cual que un chivo.
- Ya sé que no es de recibo
- vivir como yo viví
- pero también digo aquí
- que todo lo que gocé
- y todo lo que zampé;
- nadie me lo quita a mí.
- Me persigue en las noches un fantasma,
- por vivir una vida tan pelleja,
- que robé los ahorros de mi vieja
- y vendí su bombona para el asma
- sin el temor de Dios ni sus collejas.
- Si en verdad hay un Dios, perdonará,
- si no es así tampoco me arrepiento
- pues me da igual que el alma se me pierda
- que viví muy feliz, siempre contento
- aunque ahora de viejo... no valga una mierda.
- Otra estructura
- Nada gratis, nos da la vida
que a la vejez todo se paga,
quien abusa mucho de joven
de viejo se mea y se caga. - En esta nevada plena se le congeló hasta el higo,
- quedó tieso cual mendigo que duerme a la luna llena.
- Mal se portó Filomena pues con el frío se arruga
- y parece ya una oruga la flauta de su Manolo,
- que ya parece tan solo más que pito una verruga.
- Deseando su tacada Carolina está esperando
- que ya no recuerda cuando pilló la última tajada.
- No cura el picor pomada precisa un supositorio,
- de un tamaño bien notorio y duro como una roca
- ni se derrita en la boca ni sueñe con el casorio.
- Si le echo la vista encima los ojos se los arranco,
- ¡vaya menudo potranco, me salió la Carolina!
- Ni aquella tal Mesalina fue nunca tan desbocada,
- pues esta de una tacada la montaban diez o doce;
- ¡Cómo le gustaba el roce, a la puta condenada!
- Dispuesto a lo que surgiera me eché la escopeta al hombro
- y hoy todavía me asombro al recordar la tontera.
- Pero estaba hecho una fiera y solo pensé en matarla,
- pues después de mucho amarla bien me ponía los cuernos,
- por eso que a los infiernos iba dispuesto a mandarla.
- -Ya cálmate mamarracho,con cara de chango viejo
- todo arrugas y pellejo y esa pinta de gabacho.
- El pito como un pistacho orejas como un pollino,
- un mirar siempre mohino y una nariz de alambique,
- ¡anda ve y que te la pique un pollo bajo de un pino!
- Que te dejó la parienta por no saber darle caña
- y desde entonces se apaña con otro que la contenta.
- A veces nos damos cuenta cuando ya es un poco tarde
- de que la mecha no arde y el fuego se va apagando,
- por eso nos van dejando; por nuestra actitud cobarde.
- -Llevas razón buen amigo muy mal me porté en la vida
- por mi actitud atrevida me merezco este castigo.
- Ya se me arrugó el ombligo, ya perdí todo mi porte
- y aunque esto a nadie le importe quiero sirva de consejo
- si quieres llegar a viejo haz del vicio un gran recorte.
- Orinarme en los calzones hace tiempo que me pasa
- por que he sido un bala rasa castigando los riñones.
- Bebí Wisky por bidones y diez cosechas de vino,
- de vejiga no voy fino y la orina no contengo,
- me merezco lo que tengo por borracho mangurrino.
- Ahora estoy que me meo y no hay ningún inodoro,
- haré como hizo Isidoro; aguantarme hasta el recreo.
- Mas por dios, lo tengo feo me duele ya la vejiga,
- ya me chorrea la higa y no me puedo aguantar
- aquí lo voy a soltar, diga usted lo que me diga.
- Me dio la vida un mazazo, nadie calma mi dolor
- y nadie me da calor, solo algún que otro porrazo.
- Y fue tan fuerte el hachazo que me hizo perder las suelas
- y también un par de muelas que ya estaban por caer
- y también creí yo ver de la muerte las sayuelas.
- ¡Y ya lo encuentro excesivo! Entendí bien la indirecta,
- mas soy un alma imperfecta y viví tal cual que un chivo.
- Ya sé que no es de recibo vivir como yo viví
- pero también digo aquí que todo lo que gocé
- y todo lo que zampé; nadie me lo quita a mí.
- Me persigue en las noches un fantasma,
- por vivir una vida tan pelleja,
- que robé los ahorros de mi vieja
- y vendí su bombona para el asma
- sin el temor de Dios ni sus collejas.
- Si en verdad hay un Dios, perdonará,
- si no es así tampoco me arrepiento
- pues me da igual que el alma se me pierda
- que viví muy feliz, siempre contento
- aunque ahora de viejo... no valga una mierda.
martes, 23 de marzo de 2021
X La vida es como es
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