- A Iván
- .
- A la Garganta le dije; si el llanto no trae paz,
- ¿para qué quiero tu llanto? Ya calla, Garganta calla,
- déjame con mi dolor. La Garganta contestó;
- -Deja que sea mi llanto como bálsamo de amor,
- que suavice la honda pena del sueño que se marchó.
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- A mis Ojos ya marchitos, les dije; ¡no lloren más,
- sus lágrimas no me valen que ya no tengo pañuelos
- para poderlas secar! Y los Ojos respondieron;
- -Nosotros nunca lloramos, es un recuerdo el que llora
- al ver a tu alma penando de tristeza y soledad.
- .
- Al Tiempo le dije qué; ¿por qué te gusta jugar?
- Debieras tener respeto, en las cosas de la edad
- y nunca viera una madre a sus hijos enterrar.
- Nervioso el Tiempo me dijo; -De las cosas del destino
- no me vengas a culpar, ¡Solo Dios sabe su juego
- y esa respuesta que pides, tan solo Él, la puede dar!
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- A la Luz le dije ven, alivia mi oscuridad,
- que las noches me persiguen sacando brillo a mis ojos
- que no comprenden por qué; han de marcharse los sueños
- con vuelos sin terminar. Y la Luz me contestó;
- -Soy la Luz, no claridad, podré iluminar tus noches
- y las sombras ocultar, mas la respuesta que pides
- en boca de Dios está, solo Él puede contestar.
- .
- Me fui a preguntarle a Dios; Dime tú, dime porqué;
- ¿por qué te llevas los sueños que empezaron a volar
- y dejas secas las almas sin fuerzas para llorar?
- Fija le miré a los ojos, pero Dios… no respondió.
domingo, 14 de marzo de 2021
Para Iván
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