De mis peleas por esos mundos de Yuppi
Cualquier parecido
con alguien que conozcan,
es pura coincidencia.
Romance de la mosca cojonera.
Quisiera poder hablar
de la mosca cojonera
pero poco hay que decir,
tan solo que siempre intenta
ser la guinda del pastel
a costa de lo que sea
y pica en todas las tartas
como si fueran de ella.
En este lodazal de egos
hay alguna que se piensa
por afán de destacar
ser de la verdad la dueña,
de todo cree saber
y sobre todo comenta,
solo vale su opinión
la de los demás es lerda.
Ella piensa en su delirio
ser de la razón la esencia,
piensa que tiene cogida
la verdad por la entrepierna.
Ser psicóloga le gusta
y a ello sin temple juega
y a quien no juega su juego
lo trata como parguela.
Le gusta a la susodicha
presumir de ser la reina
de conciertos y debates
sin tener pizca de idea,
tratando como borrico
tratando como borrico
a quien sus tesis no aprueba.
E inventa por mantener
su palabra como buena,
con sinrazones rebusca
mantenerse en la palestra,
que para ella el figurar
entre tiestos y macetas
parece ser la razón
que la mantiene despierta.
Pero escribir, poco escribe
que sabe poco de letras,
le gusta más debatir
presumiendo de discreta.
Me recuerda el dicho aquel
que me contaba mi abuela
del perro del hortelano,
que estando falto de muelas
ni comía ni dejaba
que los demás si lo hicieran.
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