miércoles, 10 de abril de 2019

X W Hablando sola 3








Conversación conmigo misma.

En mis ya cansados años he tenido que beber 
a veces de sucios caños, otras veces sin querer
en los charcos de la sierra e ir apartando la broza
y renacuajos para poder acercarme al agua fresca.

Dios ha hablado...
-¿ Y a quién ha hablado? 
-Ha hablado a los hombres.
-Entonces: 
¿por qué yo no he oído nada?
-Él ha encargado a otros hombres 
que me transmitan sus palabras.

-Comprendo, hay hombres para decirme lo que Dios ha dicho, 
preferiría haberle oído yo misma, siendo como es omnipotente, 
le hubiese costado bien poco dirigirse a mí personalmente 
y yo hubiera quedado al abrigo de que esos hombres 
tergiversarán sus palabras al contármelas a mí.

-Por qué, ¿quién me garantiza que esos hombres tan listos
son realmente sus enviados?
-¿Los libros sagrados?
-Y ¿Quién ha escrito esos libros?
-Los hombres.

-Y ¿Quién me asegura que esos libros son su palabra? 
(a esta pregunta, hay quien dice; que la fe ) 
y yo me pregunto: ¿la fe en los libros sagrados 
o en los hombres que nos los interpretan a su libre antojo?

-Siempre, hombres y más hombres, 
demasiados testimonios de hombres, 
siempre hombres que por testimonios de otros hombres 
intentan decirme lo que Dios reveló a otros hombres... 
¡Demasiados hombres entre Dios y yo!


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