domingo, 9 de diciembre de 2018

La vida Décimas






Esto no es vida, es vidón
decía el tío Velerda,
mas bidón lleno de mierda
pa´ quien nació pobretón.
Los que somos del montón
la vida gozamos poco,
solo la gozará el loco
que viva sin hacer caso,
a tanto buitre que al paso
pretende comerle el coco.

Es la vida zorra vieja,
sabe mucho de toreo
a mí siempre lo más feo
supo darme la "pelleja".
Del cielo cae una teja
en el coche un descalabro
y cuando la puerta abro
se descuelga una ventana.
¿Y me habláis de vida sana?
¡Es solo un rollo macabro!

Bastante dura es la vida,
casi nunca da caricias,
no gocé de sus delicias
anduve siempre perdida.
Y me siento deprimida
al ver ese gran enjambre,
de los que mueren de hambre
sin haber catado el pan
y de esos otros que van
por siempre tras la cochambre.

Mi abuela siempre decía;
hija mía no me falles
no quiero que nunca calles
por mor de la hipocresía.
Lo que calles algún día
se volverá contra ti,
tú sigue por siempre así
aunque a alguno le duela
y esta herencia de mi abuela
la llevo por siempre en mí.

Fue mi abuela mujer sabia
que supo bien educarme
hice muy bien de ella fiarme
para no vivir en Babia.
Tanto aquí como en Arabia
sigue consejo de viejas,
saben mucho las pendejas
de la vida dar consejos
y podrás llegar muy lejos
si de ellos nunca te alejas.

Si por mi modo de hablar
un día me veo sola,
yo sabré seguir la bola
y seguir con mi rodar.
Quien me venga a criticar
le de un repaso a su vida,
seguro que alguna herida
llevará sobre su piel,
coja primero un pincel
y la deje bien pulida.

Que buey solo bien se lame
y de nadie necesita
para beber de la espita
sin que nadie le reclame.
A quien a mi puerta llame
alto le quede y muy claro,
que no soy un bicho raro
y sabré bien contestar,
a quien venga a repicar
en todo lo que declaro.

Un tormento es no vivir
por lo del miedo a pecar
y en eso no hay que pensar
que igual hemos de morir.
Nunca renuncié a sentir
los placeres de la vida
y no estoy arrepentida
de lo mucho que he vivido
y en mí jamás han tenido
las religiones cabida.

No por eso soy peor
que esos que tanto presumen
y que su vida resumen
en la gloria de un señor.
También tengo pundonor,
a nadie nunca hice daño,
sin la religión me apaño
ni presumo de ser buena,
que quien presume me suena
a que esconde mucho engaño.

Pa´ beata no nací
gusto de la taba el juego,
el hoy no dejo pa´ luego
y doy lo mejor de mí.
¿Y qué hacer, si soy así?
Las ideas tengo claras
y nunca hicieron las varas
que cambiara mi pensar
y a quien lo quiso intentar
se las hice pagar caras.

No me gusta esa humildad
de la que muchos presumen,
ellos mismos nos resumen
su grado de vanidad.
Ningún humilde en verdad
dice nunca; ¡yo lo soy!
Y a eso es a lo que voy,
quien ser humilde presuma,
ha de saber que mi pluma
ni mi amistad yo le doy.

La vida

Esto no es vida, es vidón, decía el tío Velerda,
mas bidón lleno de mierda pa' quien nació pobretón.
Los que somos del montón la vida gozamos poco,
solo la gozará el loco que viva sin hacer caso,
a tanto buitre que al paso, pretende comerle el coco.

Es la vida zorra vieja, sabe mucho de toreo
a mí siempre lo más feo supo darme la "pelleja".
Del cielo cae una teja, en el coche un descalabro
y cuando la puerta abro... se descuelga una ventana.
¿Y me habláis de vida sana? ¡Es solo un rollo macabro!

Bastante dura es la vida, casi nunca da caricias,
no gocé de sus delicias, anduve siempre perdida.
Y me siento deprimida al ver ese gran enjambre,
de los que mueren de hambre sin haber catado el pan
y de esos otros que van, por siempre tras la cochambre.

Mi abuela siempre decía; hija mía no me falles,
no quiero que nunca calles por mor de la hipocresía.
Lo que calles, algún día se volverá contra ti,
tú sigue por siempre así aunque a alguno le duela
y esta herencia de mi abuela, la llevo dentro de mí.

Fue mi abuela mujer sabia que supo bien educarme,
hice muy bien de ella fiarme para no vivir en Babia.
Tanto aquí como en Arabia, sigue consejo de viejas,
saben mucho las pendejas de la vida dar consejos
y podrás llegar muy lejos, si de ellos nunca te alejas.

Si por mi modo de hablar un día me veo sola,
yo sabré seguir la bola y seguir con mi rodar.
Quien me venga a criticar, le de un repaso a su vida,
seguro que alguna herida llevará sobre su piel,
coja primero un pincel... y la deje bien pulida.

Que buey solo bien se lame y de nadie necesita,
para beber de la espita sin que nadie le reclame.
A quien a mi puerta llame, alto le quede y muy claro,
que no soy un bicho raro y sabré bien contestar,
a quien venga a repicar en todo lo que declaro.

Un tormento es no vivir por lo del miedo a pecar
y en eso no hay que pensar, que igual hemos de morir.
Nunca renuncié a sentir los placeres de la vida
y no estoy arrepentida de lo mucho que he vivido
y en mí jamás han tenido... las religiones cabida.

No por eso soy peor, que esos que tanto presumen
y que su vida resumen en la gloria de un señor.
También tengo pundonor, a nadie nunca hice daño,
sin la religión me apaño, ni presumo de ser buena,
que quien presume me suena... a que esconde mucho engaño.

Pa' beata no nací, gusto de la taba el juego,
el hoy no dejo pa' luego y doy lo mejor de mí.
¿Y qué hacer, si soy así? Las ideas tengo claras
y nunca hicieron las varas que cambiara mi pensar
y a quien lo quiso intentar... se las hice pagar caras.

No me gusta esa humildad de la que muchos presumen,
ellos mismos nos resumen, su grado de vanidad.
Ningún humilde en verdad, dice nunca; ¡yo lo soy!
Y a eso es a lo que voy, quien ser humilde presuma,
que sepa que ni mi pluma ni mi amistad yo le doy.
 








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