Sálvame Viento del Norte
Sálvame, Viento del Norte, que no muera horrorizado
lo poco que queda en mí de sentimientos humanos,
no quiero saber de muerta que pasé mi vida en vano
alejada del bullicio sin haber jamás luchado
por una vida mas recta por temor a los "pecados".
Tú, amigo Viento del Norte acaricia mi alma con tus sueños largos
y volcaré sobre ti la vida que fluye por mis verdes pastos,
de tu cuerpo seré parte, se helará mi fuego, en tus fuertes brazos.
El mañana siempre llega sin necesitar refuerzos
y las tinieblas avanzan sobre diminutos sueños,
¡pero nadie me responde! ¿por qué se callan los muertos?
En mi oscuro anochecer, tú Viento del Norte refrescas mis pechos,
viene rondando la noche, cálidos silencios, veleros repletos
que sueñan saciar el ansia, de mi seno altivo y al amor despierto.
Buscaré mi ansiada paz en los áridos desiertos,
me colgaré de sus bordes con mis sueños siempre atentos
a kilómetros de llantos que afloran entre los huecos
tapados por negras brumas donde aguardan en silencio
todas las tumbas resecas de sueños nacidos yertos.
Muchas veces me pregunto; ¿por qué no vuelven los muertos?
a decirnos la verdad o si la vida es un cuento.
¡¿Por qué, di madre por qué? ¿por qué se callan los muertos?!
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Sálvame, Viento del Norte
que no muera horrorizado
lo poco que queda en mí
de sentimientos humanos,
no quiero saber de muerta
que pasé mi vida en vano
alejada del bullicio
sin haber jamás luchado
por una vida mas recta
por temor a los "pecados".
Tú, amigo Viento del Norte
acaricia mi alma con tus sueños largos
y volcaré sobre ti
la vida que fluye por mis verdes pastos,
de tu cuerpo seré parte,
se helará mi fuego, en tus fuertes brazos.
El mañana siempre llega
sin necesitar refuerzos
y las tinieblas avanzan
sobre diminutos sueños,
¡pero nadie me contesta!
¿por qué se callan los muertos?
En mi oscuro anochecer
tú Viento del Norte refresca mis pechos,
viene rondando la noche
cálidos silencios, veleros repletos
que sueñan saciar el ansia,
de mi seno altivo y al amor despierto.
Buscaré mi ansiada paz
en los áridos desiertos,
me colgaré de sus bordes
con mis sueños siempre atentos
a kilómetros de llantos
que afloran entre los huecos
tapados por negras brumas
donde aguardan en silencio
todas las tumbas resecas
de sueños nacidos yertos.
Muchas veces me pregunto;
¿por qué no vuelven los muertos?
a decirnos la verdad,
o si la vida es un cuento.
¡¿Por qué, di madre por qué?
¿por qué se callan los muertos?!
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