Ayer madre, vi un poeta
y creí, verle volar,
en mi tierna mente inquieta
un sueño empezó a brotar.
Creí verle suspirar
volando detrás de un sueño,
a las mozas del lugar
¡vi que les brillaba el ceño!
Iba madre, recitando
bellas romanzas de amor,
a las almas solazando
llenándolas con su ardor.
Le vi volar tras un sueño
dando besos al azar,
los corazones sin dueño
se paraban a mirar.
¡Ay madre, que yo les vi
en su cambio de color,
rubor, se adueñó de mí
al contemplar tanto amor!
Pasaban del azul frío
a rojo color ardiente
y ¡como se puso el mío!
caliente, madre, caliente.
Era bello, el escuchar,
de una nube bajó Amor,
detuvo su cabalgar,
¡ay madre, todo un primor!
Fuéronse Amor y Poeta
a inundar los corazones
y a toda buen alma inquieta
al compás de sus canciones.
A regar el mundo a besos
repartidos al azar,
mezclados con esos versos
que amor, nos hacen soñar.
¡Ay madre, ayer vi un poeta
temblaba con su cantar
y un picor en la pipeta
fuerte me hacia resoplar!
¡Ay madre, ayer vi un poeta
y no fue por estos lares
no pecaré de indiscreta
y no diré en que lugares!
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