Según donde lleve el viento
al delantal que tiende quien manda
se complicaran sangrientos guisos
y los perros callejeros sembrarán la inquietud,
banderas de grandes rasgos y unos nervios explosivos,
rendirán a los de siempre ante los muros altivos
y los secretariados del amor serán tan solo, despachos vacíos.
Expediciones de robots exactos,
para adormecer a sus gobernados,
a falta de objetivos claros,
crearan razas de esbozos electrónicos
y vallas adormecidas que despertarán al zumbido
de los drones que vigilan a quien salta la muralla.
Echarán espumas de humo en sus últimos restos,
delante del pelo suelto, apagaran sus cigarrillos,
ebrios de libertades, no las quieren para otros
y vagan por este mundo alzando muros sangrientos.
Y claudican los pueblos ante esa onda de sombríos ojos,
nadie dice; ¡basta ya de mapas y reyes humanitarios!
Queremos unicornios sin miras a bienes nulos
y no esquemáticos relieves de viejos escritos bíblicos
ya caducados y extintos.
Oposiciones y gemidos, siempre van juntos,
siempre será el gemir eterno el canto del hombre justo.
Quien no sepa saltar vallas, ya no cabe en este mundo...
vienen caudillos humanitarios, lo dice el viento del progreso, te dejo con mis perros. un beso y boceto, https://angelillo201.wordpress.com/2017/02/23/androide-progresista-odisea-2017/
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