sábado, 30 de julio de 2022

El borrico de mi abuelo


  •  Al borrico de mi abuelo,
  • hoy ya viejo y sin albarda,
  • le dedico estas letrillas
  • que me salieron del alma.

  • De joven acompañó 
  • a mi abuelo en su montaña,
  • ahora de viejecito
  • vive feliz en su cuadra.

  • Allá en lo alto de la cumbre,
  • cuando el viento más aullaba,
  • llevaba el burro a mi abuelo,
  • en su lomo a la cabaña.

  • Hoy es viejo y cabezota,
  • pero me deja montarle
  • y erguido sobre su lomo
  • soy un caballero andante.

  • A cabezón y tozudo,
  • nadie, seguro, le gana,
  • pero a mí me quiere mucho
  • porque acaricio su espalda.

  • Y me deja que lo monte
  • cuando a mí me da la gana.
  • para salir de paseo
  • alrededor de la granja.

  • Sabe que lo quiero mucho,
  • aunque no se lo merezca,
  • porque como es tan reburro
  • a veces me desespera.

  • Pero él, lo sabe y sin duda
  • es él mi mejor amigo,
  • porque siempre está dispuesto
  • cuando más lo necesito.

  • Muchas gracias, Federico
  • por alegrar cada día,
  • la infancia de este chiquillo
  • que te admira por pollino.

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