viernes, 3 de mayo de 2019

Faros en el cielo Romance








Mis ojos otean cielos
con brillo de agradecida,
y veo que entre las nubes
hay dos ojos que me miran
son los ojos de mi padre
que desde el cielo vigilan
que siga yo el buen camino
que él me trazó en la vida.

Anda siempre por derecho,
-recuerdo que me decía,-
cuando soplen malos vientos
no medres bajo cornisas
para evitar que una teja
te pueda partir la crisma.

Sea el amor la bandera
que en tu caminar incida,
huye de aquel que a sí mismo
bien se alaba y se prodiga,
que nunca quien presumió
fue merecedor de estima,
no fíes de quien de humilde
el mismo se califica,
que suelen ser poco humildes
quienes su humildad predican.


Ayuda siempre que puedas
a quien precise cobija
y si no tienes que dar
siempre queda la sonrisa.

Sigue fresca en mi interior
su palabra siempre viva,
por muchos años que pasen
mi corazón necesita
mirar hacia las alturas,
hacia esos ojos que brillan
entre algodones del cielo
que son la luz y la guía
que iluminan el sendero
por donde mi alma transita.

Por mucho que borre el tiempo
a un padre nunca se olvida,
un padre es la luz ardiente
para las noches más frías,
el faro en la oscuridad
que mis pasos encamina.

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