Gozaba de su presencia
en noches de luna llena.
Albufera de Valencia
en ella gocé la plena
inquietud de la inocencia.
La barraca del abuelo
¡cuántos secretos guardaba!
En la sequiota nadaba
los veranos de azul cielo
bajo una luna callada.
Albufera de arrozales
y juegos bajo la higuera,
el trinar de los zorzales
y el rosal en primavera
a la luz de los fanales.
Recuerdos de la niñez
acuden de madrugada
de aquella la tierra amada,
que renuevan a mi tez
con luz de nueva alborada.
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