miércoles, 5 de abril de 2017

Soñaba que tuvo un hijo.







Vídeo declamado

Soñaba que tuvo un hijo

A todas esas madres que perdieron un hijo
en alguna estúpida guerra.

Soñaba que tuvo un hijo, bellos jardines soñaba
con ruiseñores cantando en sus albercas doradas
llenas de lirios muy blancos flotando en verde esperanza.

Soñaba que inmerso en ellas su pequeñín se bañaba.
Soñaba que tuvo un hijo al que le salieron alas.

Corrían por sus mejillas ardientes ríos de lava,
que llenaban las albercas con sus lágrimas saladas.

Soñaba cunas de mimbre, con las sábanas de Holanda,
caballitos de cartón con las orejas mojadas,
pañales de terciopelo, los besos en la mañana,
una sonrisa en la cuna y muchas cigüeñas blancas.

Soñaba que tuvo un hijo con dientes de porcelana,
¡soñaba que tuvo un hijo! ¡Y el sueño... se quedó en nada!

No quería despertar solo vivir su soñar
haciendo eterna la noche, consuelo a su soledad
y solo veía cruces en una tierra lejana
para hijos que ya no crecen ni vendrán en Navidad
por muy bien que estén sembradas.

Soñaba con lindos nietos con sus caritas rosadas
cual transparentes palomas saltando sobre sus faldas,
¡pero echaron a volar tras el águila de plata!

Soñaba que era real, soñaba que era verdad,
¿o es que ella?¿no tuvo un hijo? o ¿quizás era un soñar?
no, no era solo un soñar, era un rayito de luna
envuelto en un tulipán, era un hijo, un hijo rubio,
rubio como el azafrán.

Era un hijo y un soñar que se convirtió en medalla
con un águila de plata con alas ensangrentadas
que no la dejan volar.

Soñaba que tuvo un hijo y se lo llevó un papel,
soñaba que tuvo un hijo pero solo le quedaba
aquella guitarra muda colgada de una pared.

¡La guitarra si era suya, la medalla... la echó al mar!


A todas esas madres
que perdieron un hijo
en alguna estúpida guerra.

Soñaba que tuvo un hijo,
bellos jardines soñaba
con ruiseñores cantando
en sus albercas doradas
llenas de lirios muy blancos
flotando en verde esperanza.

Soñaba que inmerso en ellas
su pequeñín se bañaba.

Soñaba que tuvo un hijo
al que le salieron alas.

Corría por sus mejillas
ardiente río de lava,
que llenaba las albercas
con sus lágrimas saladas.

Soñaba cunas de mimbre
con las sábanas de Holanda,
caballitos de cartón
con las orejas mojadas,
pañales de terciopelo,
los besos en la mañana,
una sonrisa en la cuna
y muchas cigüeñas blancas.

Soñaba que tuvo un hijo
con dientes de porcelana,
¡soñaba que tuvo un hijo!
¡Y el sueño...se quedó en nada!

No quería despertar
solo vivir su soñar
haciendo eterna la noche,
consuelo a su soledad
y solo veía cruces
en una tierra lejana
para hijos que ya no crecen
ni vendrán en Navidad
por muy bien que estén sembradas.

Soñaba con lindos nietos
con sus caritas rosadas
cual transparentes palomas
saltando sobre sus faldas,
¡pero echaron a volar
tras el águila de plata!

Soñaba que era real,
soñaba que era verdad,
¿o es que ella?¿no tuvo un hijo?
o ¿quizás era un soñar?
no, no era solo un soñar
era un rayito de luna
envuelto en un tulipán,
era un hijo, un hijo rubio,
rubio como el azafrán.

Era un hijo y un soñar
que se convirtió en medalla
con un águila de plata
con alas ensangrentadas
que no la dejan volar.

Soñaba que tuvo un hijo
y se lo llevó un papel,
soñaba que tuvo un hijo
pero solo le quedaba
aquella guitarra muda
colgada de una pared.

¡La guitarra si era suya,
la medalla... la echó al mar!







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