martes, 5 de abril de 2022

No hay mal que cien años dure




  • Engorda la mentira en vanidad
  • viviendo en pedestales carcomidos,
  • mientras lloran los duendes escondidos
  • que vieron ultrajada a la verdad.

  • También llora con ellos la bondad,
  • entre mudos silencios doloridos,
  • que padecen al verse perseguidos
  • por egos que presumen de humildad.

  • Me dicen que no hay mal, que eterno dure,
  • mas vamos por dos mil... por eso dudo,
  • que venga alguien, por Dios, y me lo jure.

  • Que viva el mundo en paz... lo veo crudo,
  • hasta que no haya quien, al fin clausure
  • esa famosa ley... la del embudo.

  • El pobre nunca pudo,
  • levantar de los cienos la cabeza;
  • por credos que absorbieron su entereza.

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