Mis geranios
¿Qué más podemos pedir?
Arropada con suspiros/ entre mis sábanas veo
llegar a la madrugada/ y en el balcón mis geranios
hacia el sol el cuello estiran,/ agradecidos al ver
que entre las brumas del alba/ les guiña un ojo el lucero
por amor a su fragancia.
¡Qué amanecer tan hermoso!/ Y qué linda la mañana
que inaugura un nuevo día./ solo hay algo más glorioso,
solo la inmensa alegría/ de llegar hasta la noche
y gritar fuerte a los cielos;/ ¡Gracias, os doy por dejarme,
que siga teniendo sueños!
Nada le pido a la vida,/ nada más ya necesito,
tan solo que me permita,/ lanzar al cielo mi canto,
para pedir que mañana/ pueda otra vez despertar
abrazando a mi almohada/ y ver que de nuevo al sol
se acerca hasta mi ventana.
Nada de la vida exijo/ que con poco me conformo,
y nada le recrimino/ solo puedo darle gracias
por gozar cada mañana/ de otro nuevo amanecer,
sabiéndome bendecida,/ por haber hecho conmigo
el milagro de nacer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario