vídeo declamado
Dime tú padre Viento
¡Dímelo tú, padre Viento! ¿A dónde fue la ilusión?
¿En qué perdido momento, por qué fingida razón
me fue arrebatado el sueño, que forjé con tanto amor?
Crecí a besos con el tiempo,
nunca me faltó el calor y nunca me sentí preso,
nunca me faltó el candor de una madre y de su beso.
¿Quién trajo hasta mí estos cuentos,
envueltos en jovial manto
de una falsa realidad?
Supuesta felicidad, que hoy solo me trae llanto.
Se aspiró todos mis vientos robando mi libertad.
Ahora me siento preso, mi paso perdió su andar,
perdí de mi madre el beso, mi sueño se fue a otro mar,
en mi alma solo un gran peso, mis ojos, solo el llorar.
¿Cuándo fue? Dí padre Viento, ¿cuándo? Dime tú y por qué,
quiero saber tu verdad, en qué perdido momento
llegaron a mí estos fuegos quemando mi libertad,
matando en mi alma el soñar, robando al ansia, el volar.
¡Ayúdame padre Viento,
aparta de mí estos soplos de fingida libertad!
Destroza la bruja blanca sin excepción los telares,
alimenta gusanos que roen lienzos aún por hilar,
destrozando las ruecas que hilan en el alma la bondad
y escarban los grandes hoyos
donde se hunden los sueños que crecen bajo las sombras
de una manzana podrida antes de madurar.
Navegan ríos de níveos polvos por las venas carcomidas,
arrastrando veleros sin timonel que no llegarán al mar,
¡no hinchan los vientos velas si auguran el naufragar!
Y arañan derroteros falsos con la intención de zarpar.
Al abrigo de sueños de colores se pinta un lindo volar,
cucharillas por espuelas y metros de negras platas,
alimentan jeringuillas que invitan a cabalgar.
Mas pronto frenará el caballo de un golpe su galopar
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