De cruces y espadas
De cruces y espadas
Conjuro en cáliz de plata
amor puro que acreciente
y saque brillo a las mentes
que viven con la añoranza,
de tiempos que ya pasaron,
historias ya desfasadas
que algunos sacan al trapo,
enfrentando a quienes nunca
tuvieron culpa de nada
tan solo el haber nacido
en una tierra lejana,
cubil de sangrientas fieras
que extinguieron una raza
acabando con los sueños
a golpe de cruz y espada.
Llena copas de zafiros,
añade rosas de nácar,
dos gotas de voluntad,
sella el borde con tus labios
y dale un trago a tu hermano.
Cúbranse las almas nobles
con un perfume de besos
sobre pétalos de fuego,
marchen las sombras que oscilan
sobre las mentes marchitas
oscurecidas y ajadas,
de aquellos que resucitan
anacrónicas leyendas
soliviantando los odios
entre gentes ya muy lejos
de aquella terrible afrenta.
Llena las copas de abrazos
añade las rosas blancas
de aquel poeta cubano,
saca vino de los odres
para brindar con tu hermano.
Dejemos en paz los muertos
de tanta historia ya vieja,
que a todas partes llegaron
conquistadores de ferias,
nosotros también sufrimos
de turbantes y sandalias
que sangraron las arterias,
de todo bicho viviente
y también nos masacraron
y nos robaron las tierras.
Llena copas de sueños,
el odio es mala yerba,
vive los tiempos nuevos,
los tiempos van y vienen
cada uno con sus reglas
y hoy son tiempos de hermanos,
tiempos de savias nuevas.
Dejémonos ya de retos
de hace ya seiscientos años,
de pizarros y corteses
también los "gallegos" nuevos
saben en verdad que fueron,
ya no nos comen el coco
quienes escriben la historia
que bien ya todos sabemos
que no hubo nada de gloria,
en masacrar una raza
de tanta gente inocente,
para borrar su memoria
y robarles sus tesoros.
¡En eso hubo poca gloria!
Convierte el odio la sangre
en liquido avinagrado
y nunca es bueno el vinagre
para bebérselo a tragos,
llena tu copa de vino
y ve a brindar con tu hermano.